III Gala Cuentamontes

Irremediablemente, el salón de actos del Museo del Calzado se quedó pequeño, el pasado sábado 5 de febrero, para acoger a todas las personas que desearon acompañar a los premiados, galardonados y homenajeados por Cuentamontes. Amigos y familiares se reunieron para compartir una noche mágica de cuentos y montañas en la que no faltaron, por supuesto, los gnomos del Cid, personajes ya habituales en la gala, que este año ofrecieron un simpático y edificante diálogo en pro de la defensa de la montaña como parte de la vida y leyeron un emotivo manifiesto que levantó el aplauso de los asistentes y dejó a todos con una sonrisa en los labios.

Organizadores del certamen, ganadores y finalistas
Organizadores del certamen, ganadores y finalistas

Con lágrimas en los ojos se recordó a los amigos ausentes en cuerpo, (que no en espíritu), Francisco Civera y José Avilés, miembros de la Expedición KIMAKE-80, y al recientemente fallecido, compañero y también colaborador de Cuentamontes, Javier Navarro.

El acto contó también este año con la presencia del legendario escritor y montañero Agustín Faus, quien prologa el libro de la presente edición. Este amigo de Cuentamontes además de dejar sus palabras habladas y escritas, cedió sus botas para que queden expuestas en el propio Museo del Calzado.

Dario Palomo músico y Juan Manuel Maestre, presidente de cuentamontes
Dario Palomo músico y Juan Manuel Maestre, presidente de cuentamontes

Se presentaron dos interesantes novedades: por una parte, Amor Gómez, como coordinadora del jurado para relatos en lengua inglesa, anunció que para la próxima edición quedará abierta la admisión de cuentos y relatos en inglés, con lo cual se ratifica el carácter internacional del certamen y se amplía el espectro de países de los cuales pueden recibirse historias escritas. La otra novedad pudo disfrutarse a lo largo de toda la gala, pues Cuentamontes ya tiene música que le identifica; la generosidad y la sensibilidad del compositor toledano Darío Palomo hicieron posible que el acto estuviera envuelto en una atmósfera cálida de bellas notas musicales que nos transportaron a un mundo de ensueño, siendo así reconocido por todos los asistentes.

A este acto, en el que se presentó del libro Cuentamontes 2010 y se entregaron los premios literarios, fotográfico y los galardones Cuentamontes, asistieron la mayoría de los finalistas y los ganadores. Únicamente tres finalistas justificaron su ausencia: José Ramón Franco de la Mata, de Ponferrada; Luis Salvador Contreras Gualaman, chileno residente en Hamburgo y José Ramón Alonso Peña, de Salamanca. Los asistentes fueron Juan Ramón Olmos Vico y Jesús Labajo Yuste, de Granada; Tomás Blanco Claraco, de Linares; Florentino Caballero Santacruz, de Camuñas y Sergio Generelo Tresaco, de Huesca. Así mismo asistieron el ganador local Rafael Ruano Cerdá, de Elda y la ganadora absoluta Victoria Trigo Bello, de Zaragoza, así como el ganador del concurso de fotográfico, cuya imagen premiada sirve de portada al libro, el eldense Gabriel Gómez Pérez. También asistieron los galardonados con las estatuillas Cuentamontes que fueron: el pintor Luís Soria, el poeta Damián Varea, el coleccionista Marcelo Torres, el escritor catalán Ruben Martín Camenforte y la actividad destacada fue la Expedición KIMAKE-80, cuya estatuilla recogió Isabel Martínez como miembro de la misma.

Los homenajeados por Cuentamontes este año fueron los escaladores Helios Payá Reig, “Gatet” y José Navarro Brotons, “Pipona”, por su reconocida trayectoria montañera y por ser los pioneros de la escalada en el Valle. Y claro, no estuvieron solos. Varios amigos y compañeros de cordada de antaño quisieron acompañarles al acto y los organizadores quisieron que se encontraran en el escenario, lo que propició un momento muy emotivo de la gala.

Al acto asistieron también los presidentes del Centro Excursionista de Petrer y del Club Alpino Eldense, el presidente de la Federación Valenciana de Montaña y Escalada, así como los dos concejales de Cultura de Elda y de Petrer.

Así, tras dos horas de novedades, emociones y tras dar a conocer a los galardonados para la próxima edición que se celebrará en Petrer, se fue apagando el simbólico fuego de campamento en el que se conviritió el salón de actos del Museo.

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